¿Se puede encontrar alguna ventaja en padecer el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad?
Dr. Enrique López Ramírez.
Tecnológico Nacional de México/Instituto Tecnológico de Oaxaca.
División de Estudios de Posgrado e Investigación.
Un estudio reportó que más de trescientos millones de adultos podrían padecer el trastorno de déficit de atención e hiperactividad. La pregunta sigue vigente en la ciencia, ¿Este trastorno necesariamente tiene que provenir desde una infancia? ¿Es posible que el déficit de atención tenga que ver con el deterioro cognitivo propio del envejecimiento? ¿Por fuerza debe esperarse resultados negativos en las personas que padecen TDAH?
La ciencia ha demostrado que algunos problemas conductuales que padecen las personas tanto en la etapa adolescente como en la adulta, se encuentran relacionados con el funcionamiento cognitivo, en este caso, las funciones ejecutivas, entre ellas, la atención y el control inhibitorio, funciones que se encuentran implicadas en el Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad.
Por tanto, si un adulto se encuentra experimentando problemas para planificar su vida y concretar planes a largo plazo, priorizar tareas y distinguirlas entre las más importantes, posiblemente experimente el trastorno y no haya recibido un diagnóstico. Como consecuencia de ello, podría estar experimentando problemas de autoestima, sentimientos de tristeza o depresión por no sentirse pleno en la vida.
Debido a que, con frecuencia, la hiperactividad puede ir disminuyendo por la edad en cuanto a actividades consideradas de riesgo, en los adultos, esta hiperactividad puede verse reflejada en ansiedad, en falta de tranquilidad para disfrutar la calma. No obstante, el otro problema es la atención, con frecuencia, las personas con TDAH, padecen problemas para concentrarse, para planificar actividades, para seguir instrucciones, para recordar actividades importantes incluso para su propia salud.
Los estudios han reportado que los adultos mayores con TDAH, tienden a cambiar de trabajo o de profesión con mayor frecuencia que los adultos sin TDAH; reportan mayores problemas para administrar el dinero; padecen el rechazo de compañeros de trabajo o de escuela; tienen mayores problemas familiares y normalmente, no se sienten adaptados a la sociedad.
Pero no todo el panorama es negativo, por ejemplo, un artículo de revisión sistemática de literatura reportó que una mayor hiperactividad en adultos se ha relacionado con una alta productividad y una mejor capacidad para cambiar de tareas, es decir, mayor flexibilidad cognitiva, una función ejecutiva muy importante para el ser humano y asociada con un mejor rendimiento académico, laboral y de salud mental. Otra noticia positiva que reportaron los autores del artículo son los siguientes: Los síntomas del TDAH, no empeoran con el envejecimiento, permanecen estables a lo largo de la vida o pueden ir disminuyendo sobre todo en lo que respecta a la impulsividad.
Las personas con TDAH padecen varios retos, o bien, pueden dejar que los problemas provocados por el TDAH los rebase, o pueden tomarlo como una ventaja significativa. Se ha demostrado también que las personas con este trastorno tienen una mayor creatividad, entusiasmo, hiperfocalización en actividades que les provoca mucho interés, incluso, pueden estar realizando varias tareas al mismo tiempo y concretarlas en un tiempo determinado.
Lamentablemente, en cuanto a otras funciones ejecutivas, no encontraron noticias tan positivas. Por ejemplo, el rendimiento cognitivo tiende a disminuir, sobre todo cuando los adultos padecen depresión. A esto se le llama comorbilidad, es decir, que un trastorno esté relacionado con otro trastorno. Por ejemplo, los adolescentes con TDAH, tienden a iniciar el consumo de drogas con mayor frecuencia, de hecho, está considerado como un factor de riesgo importante. En este sentido, otro estudio llevado a cabo por Zaiman et al. (2024) reportó que la incidencia de síntomas relacionados con el TDAH en personas que consumen drogas es del 21%, sin embargo, al aplicarse el estudio en grupos considerados de alta probabilidad, la incidencia incrementó a un 64%.
Debido a la alta comorbilidad del TDAH con otros trastornos, es prioritario que desde las instituciones educativas se refuerce el entrenamiento en los niños y adolescentes, sobre todo en áreas que tienen que ver con lo individual, por ejemplo, el cumplimiento de metas, la focalización de objetivos, la disciplina, el auto control. En lo que respecta a cuestiones sociales, se ha demostrado también en los estudios que señalamos con anterioridad que no ha sido de gran utilidad para estos niños.
Padecer TDAH puede incluso ser considerado como una ventaja cuando está bien canalizada. Actualmente, se la ciencia ha avanzado mucho en cuanto al conocimiento de este trastorno. Es importante no juzgar a los niños que se encuentren padeciendo problemas visibles de conducta, es necesario realizar un diagnóstico oportuno, brindar orientación a los padres y sobre todo, trabajar con ellos la atención, el esfuerzo y la creatividad para mejorar en ellos su autoestima, su sentido de competencia y su pasión por la vida.
Fischer, S., & Nilsen, C. (2024). ADHD in older adults–a scoping review. Aging & Mental Health, 1-8.
Zayman, E. P., Ünal, S., Cumurcu, H. B., Özcan, Ö. Ö., Bilici, R., & Zayman, E. (2024). Investigation of the relationship between adult attention deficit hyperactivity disorder and reinforcement sensitivity in substance use disorders?. Turkish J Clinical Psychiatry, 27, 74-82